¿Cómo te cuidas para mantenerte en forma? ¿Sigues alguna rutina de ejercicios?
-Me fascina correr, me desconecto y compito conmigo misma. Trato de correr unos 40 kilómetros en la semana y hacer, al menos, una clase de entrenamiento funcional semanal. Como por tiempo se me está haciendo difícil, estoy empezando una rutina de pesas dos veces a la semana y disminuyendo la velocidad del trote, para así aumentar la pendiente… Veremos como resulta.
¿Cómo es tu alimentación diaria?
-Me cuido comiendo de lunes a viernes, sagradamente cada tres horas, pequeñas cantidades de frutos secos o claras de huevo. Entro a trabajar a las 7.15 de la mañana y me gusta entrenar temprano, por lo mismo, apenas me levanto tomo agua con limón, hago mi rutina de ejercicio y me tomo una taza de leche de avena o de almendras, y un pan centeno con ricotta y lechuga. Tres horas más tardes me como una galleta de arroz con claras de huevo. A la hora de almuerzo, siempre como legumbres, quinoa o alguna sopa y, a media tarde, un puñado de semillas, almendras o frutos secos. Finalmente, en la noche me como una paila de claras de huevo, o un tazón de leche vegetal con granola preparada en la casa.
¿Cuál es la peor dieta que has seguido en tu vida?
-La de la sopa de repollo, ¡asquerosa! Era hedionda, tenía hambre todo el día y parecía globo inflado. Apenas la terminé, me comí todo lo que pillé y subí el triple de lo bajado.
Y, al contrario, ¿recomiendas algún buen dato para adelgazar?
-Lo que más me ha resultado es comer ordenadamente y cada tres horas, de lunes a viernes. Los sábados y domingo me doy libertades, como postres y aperitivos, que es lejos lo que más me gusta. De esa forma, el cuerpo no se acostumbra a comer tan poco siempre y no me siento a dieta constante.
¿Cuáles son esas tentaciones que te mueres por comer y evitas?
-Soy fanática de unos alfajores de arroz con chocolate y manjar, que me enteré hace poco que tienen mucha grasa. Así que estoy tratando de sacarlos pero, en general, muero y evito las galletitas dulces, gomitas y calugas. ¡Soy muy dulcera!
¿Qué gustos te das los fines de semana?
-Parto los viernes en la noche con un aperitivo rico. Los almuerzos y las comidas de fin de semana son siempre relajados, eternos y con mucho aperitivo y postre. Siempre me doy permiso para comer golosinas alguno de esos días y, si voy al cine, ¡no perdono las cabritas!
¿Cuál es tu plato preferido?
-Me fascina la quínoa en todas sus facetas. Me gusta mucho el sushi y no me puedo resistir a un plato de gnocchis.
¿Y tu trago favorito?
-Me encanta el Bellini, que es champaña con duraznos. En general, lo que más me gusta es la champaña con frutas o un buen merlot.
¿Tú cocinas?
-Sí, me encanta cocinar. Hace un tiempo eliminé de mi dieta las carnes y el azúcar refinada, y es por eso que cocino en las noches desde el pan del día siguiente, hasta la granola que comen mis niños. Los fines de semana gozo probado distintas recetas de libros vegetarianos, como el Cocina de Mercado o el del Huerto.
¿Has tomado pastillas para adelgazar? ¿Funcionan?
-He probado quemadores de grasa, vinagre de manzana, mil cosas y, claro que funcionan. El tema es que apenas uno las deja, vuelve a subir el doble o triple que bajó, así que terminé odiando las dietas por tiempos limitados.
¿Cuál es el peso más alto que has llegado a tener? ¿En qué circunstancia fue?
-Cuando recién me casé, nos dedicamos a comer muchas exquisiteces que dieron como resultado que, a los cinco meses de matrimonio, cuando quedé esperando a mi primera guagua, estuviera pesando 70 kilos, exactamente 10 más de los que pesaba de novia. Embarazarme con ese sobre peso fue lo peor que me pudo haber pasado… En el embarazo me restringí mucho y, apenas logré llegar a los 70 kilos iniciales, llegó sorpresivamente mi guagua más chica. Ahora ella tiene 1 año y medio, y acabo de llegar a mi peso, que son 57 kilos. No fue fácil, pero muy mateamente, ¡lo logré!
