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Las consecuencias de comer en abundancia pueden hacerlo ganar hasta 4 kilos. Sepa qué incluir en su cena navideña y aprenda a prevenir la indigestión y las intoxicaciones alimentarias.

Es muy común que en Navidad y en Año Nuevo la gente coma más de lo habitual. Aunque por ahora las reuniones sociales continúan restringidas, la comida sigue presente en los rituales caseros en todo el mundo, haciendo que las personas prueben y mezclen diversos tipos de alimentos y hasta licor en horas inusuales. Esta situación las hace más vulnerables a sufrir indigestiones e intoxicaciones por los excesos de comida y los desarreglos alimentarios.

Pero comer más de lo necesario durante las festividades no es solo una costumbre familiar, también tiene un componente psicológico. Según una investigación realizada por la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y publicada en el American Journal of Clinical Nut, quienes comen con amigos y familiares pueden llegar a ingerir hasta un 48% más alimentos que si estuvieran solos. Además, el alto consumo de azúcares en estas fechas hace que nuestro cuerpo tenga la sensación de tener más hambre.

Mesa llena

Y como era de esperarse, las fiestas de fin de año no escapan a esta vieja tradición. Una de las costumbres familiares más arraigadas en el Perú en cualquier celebración es llenar la mesa de alimentos. Así, en Navidad se juntan el lechón, el pavo, el chocolate, el panetón y el champagne; ello sin contar las ensaladas, arroz, dulces y otras guarniciones que solemos comer porque están hechos con un cariño especial.

Pero no solo comemos en la Nochebuena. Muchas veces esta deliciosa y abundante comida se guarda para el día siguiente y se sigue recalentando y consumiendo ya que nos llena de recuerdos, sabores y olores entrañables. Lo malo empieza cuando llegan los primeros malestares por comer en demasía.

La médico Suzanne Cortez, gerente de Salud de Sanitas, señaló que está comprobado científicamente que una persona puede aumentar hasta tres kilos de peso en estas fechas. Por ello, manifestó que es necesario balancear los alimentos que se ingieren no sólo en Navidad, sino también en el resto del año.

La experta alertó que todo lo consumido durante el mes de diciembre, además de afectar el peso de una persona, podría repercutir también en los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos y desencadenar complicaciones. “Eso significa que podremos estar en riesgo de sufrir de diabetes, sobrepeso u otra enfermedad crónica no transmisible”, dijo.

Cuando llega la indigestión

Carlos Medina, médico infectólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), señaló que el abuso de alimentos de digestión lenta, como las carnes rojas, grasas y azúcares, provocan una sobrecarga en el sistema gastrointestinal y, a su vez, hacen que disminuya la velocidad con la cual se degradan los alimentos, ocasionando un malestar abdominal.

El experto refirió que esta indigestión se manifiesta con síntomas como ardor, náuseas, vómitos, dolor abdominal, hinchazón, diarreas, debilidad y en ciertos casos también fiebre y deshidratación. A menudo esta afección puede ser provocada por alimentos, bebidas o medicamentos, pero también está relacionada con el estilo de vida.

Según Mayo Clinic, entre las causas frecuentes de la indigestión se incluyen:

  • Comer en exceso o demasiado rápido.
  • Ingerir alimentos muy grasosos o picantes.
  • Consumir una cantidad excesiva de cafeína, bebidas alcohólicas, chocolate o bebidas carbonatadas.
  • El tabaquismo.
  • La ansiedad.
  • Ciertos antibióticos, analgésicos y suplementos de hierro.

Si bien la indigestión no suele tener complicaciones graves, puede afectar la calidad de vida de las personas, ya que el malestar puede ser muy fuerte, obligando a la persona a faltar al trabajo a causa de los síntomas.

No es lo mismo que intoxicación

Sin embargo, Medina señaló que no debemos confundir una indigestión con una intoxicación alimentaria, pues aunque ambas afecciones pueden manifestar síntomas similares, la última es producida por la contaminación de los alimentos por ciertos gérmenes o sustancias producidas por ellos, así como por productos que son parte del metabolismo de ciertos alimentos.

“Un ejemplo de este último caso es la histamina producida por los pescados de carne oscura, los cuales tienden a producir más de esta sustancia cuando la temperatura empieza a aumentar. Si el producto no se congela adecuadamente, la histamina aumenta y no se degrada aunque el pescado se cocine, causando en las personas un cuadro de intoxicación que causa enrojecimiento de la piel, dolor de cabeza y diarreas”, dijo el médico.

En los casos de la intoxicación por gérmenes estos se generan principalmente por una rápida descomposición de los alimentos debido al aumento de las temperaturas y el largo tiempo de exposición. En estos casos se producen bacterias, hongos, parásitos y otros organismos que se meten en los alimentos y causan intoxicaciones en las personas.

Hay diversos tipos de intoxicación alimentaria. Las más comunes son:

  • Las causadas por la bacteria Staphylococcus aureus, que se suele encontrar en productos de pastelería, como cremas, tortas, etc. Se presenta con síntomas gastrointestinales y vómitos persistentes en las primeras 6 horas de haber consumido un alimento contaminado por dicha bacteria.
  • Las causadas por la bacteria Bacillus cereus, que contamina alimentos como el arroz o las carnes. Puede causar diarreas, aunque también puede provocar vómitos en las primeras 6 horas del consumo del producto contaminado.
  • Las causadas por la bacteria Salmonella, que es una de las infecciones intestinales más comunes transmitidas por alimentos, especialmente en verano, y está asociada a la presencia de huevos en mal estado. Se presenta con náuseas, vómitos y calambres.
  • Las causadas por la bacteria Listeria, que se asocian al consumo de alimentos crudos, como verduras, frutas, leche no pasteurizada o embutidos. Por lo general, los síntomas, como letargo, dificultad respiratoria y vómitos, empiezan unos días después de comer los alimentos contaminados.

Los niños y las personas de edad avanzada corren un mayor riesgo de intoxicación por alimentos. También presentan alto riesgo aquellas personas que sufren alguna afección médica seria, como una enfermedad renal o diabetes, o tengan el sistema inmunitario debilitado.

Además, en esta época del año, las probabilidades de contraer infecciones aumentan por la inadecuada preparación de salsas, mayonesas, ensaladas, etc., así como por la inadecuada conservación de los alimentos, pues estos se descomponen más rápidamente.

“Hay que tener en cuenta que todas estas bacterias están en el ambiente y necesitan calor para reproducirse, por lo que la llegada del verano también favorece su reproducción y, si las personas no mantienen una buena higiene, aumentan más las posibilidades de contagio”, alertó el especialista.

¿Cómo prevenir las complicaciones?

Aunque el médico señaló que la mayoría de gérmenes que atacan el sistema gastrointestinal suelen eliminarse rápidamente sin necesidad de medicamentos, hay ciertas medidas de soporte que debemos tener en cuenta para evitar complicaciones:

  • Si ya tiene la indigestión u intoxicación, dele tiempo a su cuerpo para que se reponga y digiera todo lo ingerido. Si no mejora, busque atención médica.
  • Manténgase hidratado, tomando abundante líquido o suero oral.
  • Si vomita en forma persistente, se puede fraccionar la ingesta del líquido para tomarlo con cucharita cada cierto tiempo y, si eso no resulta, tome algún medicamento para las náuseas.
  • Coma una dieta blanda y evite ingerir alimentos con excesiva sazón.
  • Si lo anterior no funciona en aproximadamente 2 a 4 horas, acuda a emergencias.
  • Recuerde que, aunque en ciertos casos se debe utilizar antibióticos, estos deben ser prescritos por un médico, previo a exámenes de laboratorio. Por ninguna razón debe automedicarse.

El especialista advirtió que las personas con una indigestión deben dar a su cuerpo chance para recuperarse y no usar antibióticos, como Bactrim, porque se puede generar resistencia antimicrobiana. “Esto quiere decir que con un uso frecuente la bacteria puede aprender a defenderse del medicamento y cuando se use un antibiótico este ya no sea eficaz”, refirió.

La cena de Navidad ideal

Debido a que la alimentación en estas fechas puede jugar un rol crucial en nuestra salud, el decano del Colegio de Nutricionistas del Perú, Antonio Castillo, recomendó ser mesurados con la comida y no hacer mezclas de carnes, carbohidratos, ensaladas con mucha mayonesa, chocolate, panetón y licor, pues eso hará que la cantidad de calorías exceda el requerimiento que nuestro cuerpo necesita y, eso sumado a la poca movilidad, podría hacernos ganar peso.

“No queremos aguarle la fiesta a nadie, pero definitivamente estas fiestas serán diferentes porque el virus del COVID-19 no se ha ido. Entonces, debemos ser cuidadosos, tenemos que compartir con los miembros de nuestra familia, pero hay que ser mesurados con la cena de Navidad y Año Nuevo”, dijo.

Castillo recomendó decorar la mesa con frutas y vegetales, cenar antes de las 10 de la noche y combinar los alimentos de esta manera:

  • Mitad de plato con una ensalada que tenga verduras cocidas o crudas y con aliño en base de limón o yogurt natural.
  • La cuarta parte del plato con una carne, ya sea pavo o lechón, sin grasa.
  • La cuarta parte del plato con un carbohidrato que puede ser un cucharón pequeño de arroz árabe o tapado, o tres rodajas de papa.
  • Además, se puede acompañar y brindar con un jugo o refresco bajo en azúcar.
  • Si quiere adicionar chocolate a su banquete, este debe ser preparado con leche descremada o semidescremada, bajo en azúcar. Y si quiere comer panetón, solo debe comer 100 gramos, pero sin mantequilla.

Tome sus precauciones

Asimismo, para evitar indigestiones e intoxicaciones los expertos recomendaron:

  • Modere la cantidad de alimentos que consuma. Tenga en cuenta que los alimentos más difíciles de digerir son las grasas, las carnes rojas y proteínas, y cuando su cuerpo no puede digerir todo sentirá malestar.
  • Los alimentos que no se consuman deben ser eliminados o congelados inmediatamente después de haber comido. Manténgalos bien tapados y protegidos.
  • Tenga cuidado con las mayonesas y salsas que podrían haber estado a temperaturas no adecuadas para evitar la reproducción de bacterias.
  • Mantenga las manos limpias para evitar los gérmenes, ya que estos se transmiten por esta vía. Se debe mantener la higiene tanto para preparar los alimentos, al comer, después de ir al baño, luego de tocar animales, etc.
  • Hierva el agua o clórela, es fundamental para evitar los gérmenes.
  • Tenga cuidado con las verduras y mariscos, sobre todo con su limpieza previa y durante su preparación.

Con todas estas recomendaciones, ya está listo para disfrutar de la Nochebuena. ¡Buen apetito!

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